
Charles Taylor en su libro "Las variedades de la religión hoy", rinde homenaje a la obra que escribiera William James cien años antes. Con plena vigencia en la actualidad, Taylor retoma los planteamientos abordados por James en "Las variedades de la experiencia religiosa". Ambas obras son fruto de las célebres conferencias Gifford, que se siguen celebrando en Escocia. Taylor recuerda en su obra cómo el conflicto ciencia-fe torturó a James en vida; trató de conciliarlo lo mejor que pudo, buscando justificaciones de compatibilidad.
Así, James realizó un exhaustivo estudio de las religiones y no se mostró demasiado cercano a los grupos religiosos, sino que defendió la tesis de vivir la fe de un modo propio y personal. James distingue entre la experiencia religiosa viva que es la experimentada por los individuos, y la vida religiosa, en la que interfiere una comunidad o iglesia.
En "las variedades de la experiencia religiosa" (p. 31) James define la religión como "los sentimientos, actos y las experiencias de individuos en soledad, en la medida en que éstos creen estar en relación con aquello que consideran lo divino". Para James lo verdadero en la religión es la experiencia individual, no la vida corporativa que puede llegar a corromper la vida religiosa. En palabras del propio james, "La palabra religión, (...), es equívoca. Un repaso a la historia revela que, por lo general, los genios religiosos atraen a discípulos y generan grupos de simpatizantes. Cuando dichos grupos llegan a organizarse se convierten en instituciones eclesiásticas con sus propias ambiciones corporativas". (pp. 334-335). En la tesis religiosa jamesiana aparecen algunas incongruencias y limitaciones susceptibles de crítica. En primer lugar, James es protestante y este hecho supone en ocasiones una limitada mirada a la religión católica, por ejemplo, cuando llega a santa teresa de Ávila.
Otra posible limitación es su sólido individualismo y, por ende, su reticencia a los grupos o comunidades eclesiásticas que, objetivamente, juegan un papel necesario en el hecho religioso.
En su obra La voluntad de creer, James discute con firmeza las ideas agnósticas.
Como conclusión, hemos de entender esa necesidad vital, ese énfasis de James en tratar de conciliar ciencia y religión en su justo contexto. Esto es, asistimos a un arduo debate en una persona que sufrió en sus carnes profundas crisis que provocaron una especial sensibilidad y que disponía de una moral lo suficientemente abierta como para aportar tesis a favor y en contra y estar dispuesto a entender las complicadas posturas del pensamiento agnóstico para rebatirlas desde la experiencia. En cualquier caso, la tesis planteada en “Las variedades...”, escrita hace unos cien años, sigue siendo extraordinariamente vigente en la actualidad, como instrumento para entender las diferentes religiones.
Fuente: Taylor, Charles (2003). Las variedades de la religión hoy. |