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La UAM aprueba un nuevo Protocolo contra el acoso sexual, sexista, por orientación sexual y por identidad y expresión de género
Con este nuevo protocolo, la Universidad Autónoma de Madrid busca reforzar su política de tolerancia cero frente a las violencias. Entre las diversas medidas recogidas, se encuentran, entre otras, la sensibilización sobre esta gravísima vulneración de derechos humanos; la promoción de actitudes y comportamientos igualitarios o la eliminación de aquellos elementos (físicos, organizativos, culturales) que puedan favorecer las conductas violentas o su impunidad.
La Universidad Autónoma de Madrid ha aprobado un nuevo Protocolo contra el acoso sexual, sexista, por orientación sexual y por identidad y expresión de género.
La Universidad Autónoma de Madrid ha aprobado un nuevo Protocolo contra el acoso sexual, sexista, por orientación sexual y por identidad y expresión de género, para reforzar su política de tolerancia cero frente a las violencias y su objetivo de convertirse en un espacio libre de toda forma de violencia sexual, por razón de sexo, orientación sexual e identidad y expresión de género.
El nuevo protocolo establece el cauce para detectar y actuar ante todas estas violencias, con agilidad, diligencia e imparcialidad, respetando siempre los derechos de las víctimas, el deber de confidencialidad y la presunción de inocencia.
El protocolo se aplicará a conductas que hayan ocurrido en el campus universitario y/o en otras instalaciones de la UAM, así como a las que hayan ocurrido en otros lugares, por ejemplo, en el ámbito de las prácticas académicas o en las comunicaciones electrónicas relacionadas con cuestiones académicas. Para activarlo solo hay que escribir un email a unidad.igualdad@uam.es para solicitar una reunión.
Erradicar estos comportamientos
Se trata de una iniciativa del Vicerrectorado de Compromiso Social y Sostenibilidad y la Unidad de Igualdad de Género. Sus responsables explican que, con su aprobación, la UAM se compromete “a detectar y reaccionar ante este tipo de violencias, garantizar los derechos de las víctimas y desarrollar estrategias de prevención. Consideramos que sólo con una aproximación holística se puede conseguir erradicar estos comportamientos de nuestra comunidad universitaria”.
Entre las diversas medidas recogidas para prevenir estas violencias, se encuentran, entre otras, la sensibilización sobre esta gravísima vulneración de derechos humanos; la promoción de actitudes y comportamientos igualitarios o la eliminación de aquellos elementos (físicos, organizativos, culturales) que puedan favorecer las conductas violentas o su impunidad.
El nuevo protocolo se ajusta a la normativa vigente (Ley de Convivencia Universitaria, Ley de Igualdad, Estatuto Básico del Empleado Público, etc.) e incluye un régimen disciplinario que considera faltas muy graves las conductas de violencia, discriminación o acoso sexual, por razón de sexo, orientación sexual, identidad o expresión de género o características sexuales.
La efectiva tutela frente a este tipo de violencias en el ámbito universitario se extiende a las y los estudiantes y se aplica también, como el anterior, a las y los profesores; al personal investigador en formación (PDIF) y al de administración y servicios (PAS), así como a quienes estén en la universidad en el marco de un programa académico, incluso cuando su relación con la UAM ya hubiese terminado y siempre que no haya pasado un año desde que acabó la relación.
Otra de las novedades del Protocolo es que extiende su cobertura no sólo a la violencia sexual y la violencia sexista, sino también a las violencias basadas en la orientación sexual y la identidad y expresión de género. Con esto, la UAM da un paso más en la lucha contra todo tipo de violencia y discriminación.
¿Cómo se activa el protocolo?
Desde la UIG explican que el Protocolo puede activarlo tanto la víctima como cualquier persona de la comunidad universitaria que haya tenido conocimiento de la existencia de las conductas prohibidas. “Además, es importante recordar que todas las autoridades académicas tienen el deber jurídico de actuar ante este tipo de casos”, añaden.
Una vez activado el protocolo se pueden empezar a implementar medidas, como prestar atención médica, psicológica, social o jurídica especializada a la presunta víctima y otras actuaciones de carácter académico-administrativo.
Tras la evaluación el caso por parte de la directora de la Unidad de Igualdad de Género y l@s Delegad@s de la Rectora para Prevención de Violencias Sexuales en la UAM, se podrá decidir, entre otras cosas, solicitar a la rectora la apertura de un expediente disciplinario o de una información reservada. Si se concluye que existen indicios suficientes de que se ha cometido un delito se pondrá en conocimiento de la autoridad competente.
La activación del Protocolo no impide que la víctima pueda acudir en todo momento a la vía jurisdiccional.