Investigación
¡Me quito el sombrero! Un caso de melanismo en el rabilargo ibérico
En este artículo, María Carmen Hernández González ofrece reflexiones sobre el fenómeno del melanismo en animales y su potencial contribución a la conservación de la biodiversidad.
Leopardo melanístico. / Jitze Couperus vía Flickr
Por María Carmen Hernández González
El melanismo es un fenómeno muy extendido en el reino animal, conocido principalmente por las emblemáticas panteras negras. Es importante recordar que las panteras negras no son una especie en sí, sino jaguares (Panthera onca) o leopardos (Panthera pardus) con una coloración melanística.
¿Qué significa esto? La melanina es el pigmento responsable de los tonos oscuros en el pelo, la piel, las plumas y las escamas. Cuando un animal presenta una coloración diferente a la habitual en su especie, suele deberse a una mutación genética que altera la distribución de los pigmentos, ya sea de melaninas como de otros múltiples pigmentos en el reino animal que confieren otros colores. En el caso del melanismo, puede proporcionar ventajas como protección frente a los rayos UV, mejor camuflaje en ciertos entornos o una mayor capacidad para absorber calor en climas fríos.
Los cambios en la coloración de los organismos no solo dan lugar a individuos llamativos de manera ocasional; cuando una mutación resulta muy ventajosa, puede provocar que toda una población experimente esta transformación a través de la selección natural. Un ejemplo muy conocido de este fenómeno es el melanismo industrial en las polillas Biston betularia. Durante la Revolución Industrial, la contaminación oscureció los troncos de los árboles, lo que permitió que las polillas con coloración más oscura, que antes eran bastante raras, se camuflaran mejor en su entorno. Este camuflaje proporcionó una clara ventaja en términos de supervivencia, ya que les ayudaba a evitar a los depredadores (O’Brien, 2022). A medida que estos individuos sobrevivían y se reproducían, la coloración oscura se convirtió rápidamente en la más común.
El rabilargo ibérico
Ejemplar de rabilargo ibérico melanístico sin su característico capirote negro. / María Carmen Hernández González
Cuando pensamos en un animal melánico, lo primero que se nos viene a la imaginación es un ejemplar de tonalidad oscura. Sin embargo, el rabilargo ibérico (Cyanopica cooki) que ha perdido su característico capirote negro es, de hecho, un ejemplo de melanismo. A pesar de que tradicionalmente el melanismo se ha considerado un aumento en la pigmentación de melanina que da lugar a una coloración más oscura, también abarca cualquier cambio en la distribución del pigmento de melanina, resultando en una amplia variedad de patrones de plumaje (van Grouw, 2017).
Ejemplar de rabilargo ibérico con la coloración habitual. / María Carmen Hernández González
Este individuo, observado en Plasencia (Extremadura) y que muestra un comportamiento normal y perfectamente integrado en su grupo familiar, presenta una mutación de melanina que impide que tenga plumas negras en su cabeza, lo que da lugar a una paleta de colores únicos.
Este tipo de mutaciones se están volviendo cada vez más populares entre ornitólogos, fotógrafos aficionados e investigadores (van Grouw, 2017). Gracias a Internet y a las redes sociales, ahora el conocer y disfrutar de estos casos tan particulares está al alcance de todo el mundo. Este tipo de anécdotas pueden ser importantes para captar la atención del público y suscitar interés y toma de consciencia, algo fundamental en la lucha por la conservación de la biodiversidad.
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María Carmen Hernández González es Profesora Ayudante Doctora en el Departamento de Biología de la UAM. Desde sus inicios, sus investigaciones se han centrado en la etología de mamíferos y aves. Actualmente, lidera una línea de investigación sobre la comunicación química en aves neotropicales.