Lucía, cuéntanos un poco acerca de ti
Soy Lucía Luque, tengo 20 años y estoy en cuarto año de Traducción e Interpretación, en la que estudio francés, alemán e inglés.
¿En qué país hiciste tu Erasmus+? ¿Por qué elegiste este lugar como país de destino para tu Erasmus+?
Hice mi Erasmus+ en Francia, concretamente en Rennes.
Por lo general no es una ciudad muy conocida, pero es la capital de la Bretaña francesa, una bonita región al noroeste del país.
Está a menos de una hora de la costa, se encuentra muy cerca de Normandía y tiene una arquitectura bretona muy característica.
Quería un sitio con vida universitaria y buen ambiente, pero algo más pequeño que París. Casualmente, conocí a una chica francesa que vino de Erasmus a la UAM que era de Rennes; me lo contó todo sobre la ciudad y fue lo que me animó a decantarme por ella.
Cuéntanos cómo fue tu adaptación al país
La verdad es que al principio me costó un poco adaptarme, porque nunca había vivido sola y mucho menos en otro país.
Todo era nuevo: la gente, la cultura, el estilo de vida... pero al poco tiempo ya me sentía muy a gusto en la ciudad. Además, había muchos españoles, así que es cierto que me sentí más “arropada” en ese sentido al ver que había más gente en mi situación.
La universidad me resultó algo más fácil que en España, así que tampoco tuve muchos problemas de adaptación.
¿Se rompió algún falso mito?
Una de las cosas que más me impresionaron fue la gente de allí. Existe el mito de que los franceses suelen ser fríos y poco hospitalarios con la gente de fuera, pero en mi caso no fue para nada así.
De hecho, tuve algunas dificultades al mudarme allí y me encontré con gente muy amable que me ayudó en todo momento.
Dinos tres lugares que recomendarías
Obviamente, recomiendo ir a Rennes, ya que no es tan conocida como otras y en realidad tiene muchas cosas que ofrecer.
También me han hablado genial de Toulouse y me quedé con ganas de probar la experiencia allí, así que también creo que es una muy buena opción donde hacer el Erasmus+.
También recomiendo mucho Burdeos, conozco a gente que está allí y me habla maravillas de la ciudad.
Alguno de los mejores recuerdos…
Es difícil elegir solo uno, pero tengo un muy buen recuerdo de la cena de Navidad que hicimos los amigos, fue un momento que sabes que no se va a volver a repetir y que disfrutas muchísimo.
Cada uno llevó algo que aportar: unos amigos se encargaron de preparar un estofado riquísimo, otros nos dedicamos a hacer todo tipo de postres, otros trajeron la bebida...
Además, hicimos un amigo invisible y fue muy divertido.
Y algún mal recuerdo…
Los peores recuerdos que tengo fueron relacionados con algunas amistades.
Evidentemente, en el Erasmus conoces a muchísima gente genial y te llevas amistades para toda la vida, pero también hay de todo, como en la vida en general.
Tuve algunas malas experiencias, lo que se sumó a estar lejos de casa y que se hiciera un poco duro a veces, pero siempre tuve al lado buenos amigos y nos apoyamos mutuamente en todo momento.
¿Puedes compartir una anécdota?
Nunca se me olvidará cuando celebré mi cumpleaños.
Hicimos una cena en la cocina de la residencia y llevamos sangría y sidra asturiana. Mis amigos me dieron una sorpresa e hicieron ellos mismos unos pasteles.
Fue super bonito ver cómo amigos de muchas nacionalidades (españoles, italianos, húngaros, japoneses...) me cantaron el cumpleaños feliz en su idioma.
Me hizo mucha ilusión y lo recuerdo con mucha nostalgia.
¿Algún consejo a futuros estudiantes Erasmus+ en Francia?
Recomendaría que vayan sin miedo y con expectativas de descubrir una experiencia increíble.
Además, también diría que saber algo de francés es bastante importante para vivir allí.
Es verdad que las nuevas generaciones hablan algo más de inglés, pero no es la norma general. Además, no solían hablar inglés en sitios como supermercados o lugares cotidianos, así que en el día a día tocaba hablar francés.
¿Qué te llevas de tu experiencia?
Me llevo sobre todo buenas amistades y recuerdos muy bonitos.
No es solo una oportunidad académica, sino que es sobre todo una experiencia personal y vital, en la que creces y maduras muchísimo.
El tener que apañártelas por ti mismo en situaciones nuevas, salir de tu zona de confort y vivir en el extranjero te cambia para mejor.
Sin duda, le recomendaría esta experiencia a todo el mundo.
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