Javier, cuéntanos un poco acerca de ti
Soy un estudiante de último año de Traducción e Interpretación, en el itinerario de francés.
Me encanta aprender y hablar idiomas y desde el inicio de la carrera tenía pensado que quería hacer el erasmus sí o sí.
Me considero una persona sociable y me gusta conocer gente y vivir experiencias nuevas.
¿En qué país hiciste tu Erasmus+? ¿Por qué elegiste este lugar como país de destino para tu Erasmus+?
Me fui de erasmus a Bruselas (Bélgica) en tercero a estudiar a la ULB (Universidad Libre de Bruselas) y estuve ahí todo el año académico.
Buscaba un país en el que se hablase francés o alemán, mis idiomas en la carrera, pero en alemán me dijo el coordinador que era bastante conveniente tener un certificado y que sería difícil encontrar asignaturas para francés, así que me decanté por un destino francófono, y Bruselas me llamaba más que cualquier otro.
Cuéntanos cómo fue tu adaptación al país
Los primeros días no estaba del todo cómodo. Aunque tenía la “euforia” del cambio tan radical, era mi primera experiencia viviendo solo, sin mis padres ni ningún ser querido y bastante lejos de ellos, en un país nuevo que además nunca había visitado, y en ese momento tenía muchas emociones y muchas cosas que organizar y que hacer.
Una vez pasaron esas primeras semanas, todo mejoró bastante; también conocí mucha gente en la residencia en la que estaba; gente española que estaba también de Erasmus, y eso ayudó mucho.
En general, yo creo que el primer cuatrimestre es de adaptación, aunque eso no implica que se esté mal, simplemente tu cuerpo y tu mente se va haciendo a todo.
¿Qué te impresionó de tu país Erasmus+?
Creo que Bélgica (al igual que una gran parte de los países de Europa) es un país que se parece bastante a España si lo comparamos con, por ejemplo, un país de otro continente.
Por ello, el choque cultural tampoco considero que sea enorme. Aun así, hay diferencias.
Algo que no me esperaba fue la educación de la gente. Quizás sea también cosa del idioma, pero yo siempre he sentido que la mayoría de la gente, en las situaciones cotidianas, trataba con bastante simpatía y respeto.
Otra cosa que creo que sorprende, en este caso para mal, es la presencia de muchas bolsas de basura por las calles. Creo que no existen los contenedores, y los basureros pasan por las noches recogiendo los desechos. Eso yo solo lo vi en Bruselas.
Dinos tres lugares que recomendarías
Si hablamos de la ciudad, diría Mont des Arts, la Grand Place y el mirador del Palacio de la Justicia.
Respecto a otras ciudades/países, Brujas y Gante son destinos que están cerca, son bonitos y no cuesta mucho dinero ir. La gente va bastante.
Ámsterdam pilla cerca también para ir en autobús (y prácticamente todos los Países Bajos), algunos puntos de Alemania, el norte de Francia…
Hay vuelos bastante baratos a muchos sitios también. Bélgica está en un buen punto de Europa para viajar.
Alguno de los mejores recuerdos…
Yo diría que los viajes y algunas fiestas a las que he ido, todo con mis amigos de allí. Lo pasé genial.
Y algún mal recuerdo…
Pues en algunas fiestas también en las que no he estado nada a gusto.
El frío del invierno es duro también. Durante varias noches seguidas llegamos a los -6 grados y no podía estar en la calle más de 1 o 2 horas porque se me helaban las manos y los pies, aún con protección.
En clase, aunque tampoco guardo muy mal recuerdo, es verdad que no hice muchos amigos que no estuvieran de Erasmus. Aunque los/as profesores/as me trataban bien y me parecían buenos en general; es verdad que la gente es más cerrada allí (en general) y, si no te buscas mucho la vida, es difícil hacer amigos belgas.
¿Puedes compartir una anécdota?
Una vez quería comprar jabón para lavar ropa a mano, y compré lejía pensando que era jabón porque no sabía cómo se decía lejía y bueno, se puede imaginar por dónde va el resultado de lo que pasó.
Me pasó lo mismo confundiendo pimientos con guindillas….
¿Algún consejo a futuros estudiantes Erasmus+ en Bélgica?
Que vayan con una actitud positiva y con las cosas claras de lo que se quiere hacer y conseguir, y, una vez ahí, si se ve que el camino va por otro lado, pues adaptarse.
La idea preconcebida creo que normalmente no casa con lo que luego es, pero creo que es crucial ir con ilusión y con ganas, tanto a Bélgica como a cualquier país.
Otro consejo que daría es tener cuidado con que no se les vaya la cabeza, en el sentido de las fiestas y el ámbito social. He visto varios casos de gente que ha hecho cosas que se pasan de la raya, y el hecho de verte solo en un ambiente nuevo que te guste y rodeado de amigos nuevos puede hacer que hagas cosas que no piensas mucho con la cabeza.
Hay que saber también que sigues estudiando y claro que hay que pasarlo muy bien, pero quizás no hacer cosas que puedan conllevar un riesgo importante, no solo a nivel físico.
¿Qué te llevas de tu experiencia?
A día de hoy, sigo en contacto con muchos amigos que he conocido en Bruselas. Veremos con cuántos sigo hablando de aquí a unos años, pero de momento creo que he conocido buena gente y he sacado buenos amigos.
Me llevo la experiencia de haber vivido en el extranjero y toda la novedad que ello conlleva.
Ha sido un año mágico.
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