La pedagoga que descubrió el Romancero del Cid

Recorriendo a pie la ruta del Cid, en su viaje de novios, María escuchó cantar a una lavandera junto a un río. El cantar le llamó la atención, y avisó rápidamente a su marido, también filólogo como ella. Acababan de realizar un hallazgo extraordinario, el Santo Grial de la filología hispana: el romancero perdido del Cid, un relato oral que se había transmitido desde el siglo XV de garganta en garganta: Significaba la pervivencia del Romancero español como literatura oral.

María Goyri, que así se llamaba la muchacha, era un personaje excepcional. Pionera en los derechos de la mujer, adelantada a su tiempo desde su nacimiento: era hija y nieta de madre y abuela solteras y orgullosas de serlo. Su madre la educó en casa y la apuntó a un gimnasio, donde era la única niña entre muchachos. Era el siglo XIX.

Se licenció en Filosofía en 1893 a los 20 años, una de las primeras mujeres que lo conseguían en España. Para estudiar allí tuvo que obtener un permiso del Claustro garantizando que su presencia no iba a perturbar el desarrollo de las clases. Se dedicó a la investigación filológica y fue destacada pedagoga y maestra vinculada a la Institución Libre de Enseñanza y a la Junta de Ampliación de Estudios, dos proyectos que impulsaron el desarrollo y apertura cultural de España, a caballo entre el siglo XIX y XX.

La Fundación Ramón Menéndez Pidal y Matadero de Madrid, presentan ahora la muestra “María Goyri. Abriendo camino”, que se podrá ver en la Casa del Lector de Matadero de Madrid, desde el 15 de abril hasta el 15 de septiembre de 2023. Un recorrido biográfico y temático sobre la figura de María Goyri cuando se cumplen 150 años de su nacimiento. Como pedagoga contribuyó decisivamente a la ampliación de la educación para las mujeres y su incorporación al mundo laboral. Así mismo, escribió y guardó cientos de cartas que forman parte del Archivo Pedagógico María Goyri/Jimena Menéndez Pidal. Esta última era su hija y aquel marido con el que compartió descubrimientos y una fructífera vida no fue otro que Ramón Menéndez Pidal.

Más información sobre la obra de María Goyri en el catálogo Bun! y en la exposición​ Mujeres con nombre propio, celebrada en 2016 en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la UAM.