Vicente Mazimpaka Nibarere
Elegido por el Claustro en 2013. Estuvo hasta el Claustro de 2018.
"En 2013 me quedaban pocos años para la jubilación y estaba decidido a dedicarlos a la docencia y a la investigación, cuando me llegó la invitación de presentarme a la defensoría de la comunidad universitaria (en adelante DU). Después de un momento inicial de no pocas dudas, acepté y el apoyo masivo del Claustro a mi candidatura fue un enorme estimulo, al que incluso hoy sigo estando muy agradecido.
En la aventura me acompañaron los defensores adjuntos Silvia Arias Careaga durante los 5 años, y los estudiantes Blanca González García-Mon, Patricia Pombo Segura y Miguel Ángel Berrocal Rubio, así como Ángeles Gil Rodríguez, secretaria y alma de la Oficina. Juntos formamos un equipo muy comprometido, en el que cada uno puso lo mejor de sí mismo. Además, en todos ellos encontré el apoyo y el afecto necesarios para afrontar con ánimo los problemas que llegaban cada día a la Oficina. Les estaré siempre agradecidos, y su amistad es un regalo que procuraré no perder nunca.
Fueron años duros, en los que hubo una fuerte crisis económica que desestabilizó la economía de las familias y afectó la de los estudiantes, un cambio de planes docentes generalizado en todas las titulaciones (paso de licenciaturas a grados), implantación de los másteres, y al margen de los conflictos que se producen en la convivencia de cualquier comunidad, esos cambios incrementaron sobremanera el trabajo del defensor. La inmensa mayoría de ellos tuvieron soluciones favorables, y conservo los momentos de inmensa satisfacción vividos ante personas que expresaban su felicidad por estar en una Universidad que le ayuda o le resuelve los problemas.
El trabajo del DU es intenso y peculiar: sin potestas pero con auctoritas, tratas de aunar el respeto y la comprensión hacia los gestores de la Universidad, con la exigencia de solucionar los problemas que surgen en el día a día, a veces porque los procedimientos tienen limitaciones en su propia concepción, otras veces porque alguien no ha hecho bien su trabajo, o porque se plantea una situación excepcional y novedosa. En todos los casos, encontré la comprensión y la ayuda de los Rectores José María Sanz y Rafael Garesse y sus equipos de Vicerrectores, en el Gerente y los Vicegerentes, en los Jefes de Servicio y de Sección, en los decanos y sus equipos de vicedecanos, así como en los directores de departamento y los profesores y profesoras con los que tuvimos que tratar los asuntos. El empeño que pusieron todos en resolver las situaciones que se les planteó y en mejorar el funcionamiento de la UAM pone en valor a nuestra Institución. Además de este reconocimiento, queremos hacer constar nuestra profunda admiración y agradecimiento a todos ellos.
Además, tuvimos una intensa actividad externa a la UAM. Participamos activamente en los encuentros estatales de los DU e impulsamos la creación y desarrollo de los encuentros de DU de la Comunidad de Madrid. En esos encuentros, además de abordar problemas comunes a la Institución Universitaria, pudimos poner en común las experiencias derivadas de nuestra actividad cotidiana. Guardo un grato recuerdo de los colegas estupendos que tuve el honor de conocer en esos encuentros tan típicamente universitarios. Finalmente, las reuniones regulares con los antiguos DU de la UAM fueron momentos gratos y de gran enriquecimiento mutuo."