Investigación
Descubriendo los sílidos de Kuwait
Existen aún muchas zonas del mundo donde la diversidad total de vida oceánica es una incógnita. Desde 2018 y con el propósito final de poder crear Áreas Marinas Protegidas, el Kuwait Institute for Scientific Research se propuso arrojar más luz al conocimiento del mundo marino colaborando con expertos en distintos organismos, distribuidos en numerosas regiones del mundo. Así nació el proyecto “Biodiversidad de la familia Syllidae (Annelida) en Kuwait”, liderado por la investigadora Patricia Álvarez-Campos de la Universidad Autónoma de Madrid en el cual se identificarán más de 200 muestras de esta diversa familia, a través de técnicas morfológicas y moleculares. Las distintas especies de esta particular familia de gusanos poliquetos que se encuentran en la Bahía de Kuwait pueden resultar de gran importancia para la evaluación de la salud global del ecosistema.
Dos especies de sílidos: Syllis sp. y Trypanosyllis sp. En Syllis sp. se puede observar el inicio de formación del estolón reproductor (parte amarilla más clara, marcado por la flecha)
El proyecto “Biodiversidad de la familia Syllidae (Annelida) en Kuwait”, gestionado a través de la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid (FUAM), pretende ahondar en el conocimiento de las especies de sílidos en este país. Desde el Kuwait Institute for Scientific Research se inició la búsqueda de expertos para realizar la primera prospección de una zona marina cercana a la Bahía de Kuwait no estudiada con anterioridad. Distintos investigadores identificarán taxonómicamente la fauna de esta región, entre ellos se encuentra la doctora Patricia Álvarez-Campos, experta en anélidos poliquetos de la familia Syllidae y profesora e investigadora en la UAM. “Kuwait es una región en la que se suelen hacer extracciones de recursos en ambientes marinos – declara la investigadora –, por lo que este tipo de estudios son esenciales para conocer la biodiversidad de la zona y el impacto que se puede realizar en la misma, pudiendo así limitar zonas de protección”
Los sílidos conforman una de las familias más numerosas y diversas de gusanos poliquetos marinos y resultan ser, además, de gran importancia en los ecosistemas que habitan. En esta familia existen especies tanto herbívoras como carnívoras, especialistas y generalistas, que son a su vez son esenciales para el sustento de otros organismos. En las evaluaciones ambientales, funcionan como bioindicadores de contaminación, ya que son sensibles a los cambios en la calidad del agua e incluso a variaciones en su temperatura. Sin embargo, uno de los aspectos más curiosos de estos animales, además de su capacidad para producir bioluminiscencia, es su forma de reproducirse. Son capaces de desarrollar, a partir de los segmentos posteriores de su cuerpo, individuos reproductores denominados estolones, los cuales son clones del individuo adulto pero que carecen de aparato digestivo y contienen altas cantidades de gametos. A diferencia de los individuos adultos, los cuales son organismos bentónicos (viven en el fondo marino), estos estolones tienen una forma de vida pelágica, es decir, se desplazan por la columna de agua, donde, en época de reproducción, se encontrarán con otros estolones para realizar la fecundación. Esta técnica permite aumentar las posibilidades de reproducción mientras que el individuo adulto permanece alejado de la amenaza de posibles depredadores. La Dra. Patricia Álvarez-Campos estudia también varias cuestiones relacionadas con la reproducción y regeneración de estos organismos, que afectan directamente a sus capacidades de colonizar otros ambientes.
Dadas las particularidades de este grupo de anélidos, su presencia puede ser decisiva para la delimitación de zonas protegidas en la Bahía de Kuwait. Para conocer las distintas especies que se encuentran en esta región, se recolectaron 280 muestras para ser analizadas. “Queremos llegar a una identificación a nivel de especie – expone la investigadora – y puesto que los sílidos son uno de los grupos más complicados dentro de los anélidos, utilizaremos una taxonomía integradora, combinando el estudio morfológico detallado con técnicas moleculares. Así podremos abordar posibles problemas de complejos de especies crípticas, muy típicos en esta familia, pudiendo descubrir que existen más especies de las que se creía en un principio”.
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Elaboración de la noticia: Lara de la Cita