SOLÓN DE ATENAS, VISTO POR SÍ MISMO

"Al pueblo le di toda la parte que le era debida,
sin privarle de honor ni exagerar en su estima.
Y de los que tenían el poder y destacaban por ricos,
también de éstos me cuidé que no sufrieran afrenta.
Me alcé enarbolando mi escudo entre unos y otros
y no les dejé vencer a ninguno injustamente.
... Como mejor sigue el pueblo a sus jefes es cuando
no va ni demasiado suelto ni se siente forzado.
Pues el hartazgo engendra el abuso, cuando una gran prosperidad
acompaña a hombres cuya mente no está equilibrada.
... En asuntos tan grandes es difícil contentarles a todos". (Solón, frag. 5 D).

"No ha sido Solón hombre sensato ni astuto;
pues dándole un dios la fortuna no la aprovechó.
Tras envolver a la presa no supo, asombrado, la gran red
recoger, falto de ánimo y errando en su tino.
Pues yo, con tal de mandar y adquirir una inmensa riqueza
y ser en Atenas tirano un solo día, habría accedido
a ser desollado después y a dejar mi familia hecha trizas."
... Si respeté a mi patria, y de la tiranía y la amarga
violencia me abstuve, sin manchar ni afrentar mi linaje,
no me avergüenzo de ello. Pues pienso de ese modo vencer
a todos los humanos
... Los que vinieron en pos de saqueos tenían una gran esperanza
y se creían que iban a hallar todos ellos enorme fortuna
y que yo, tras hablar suavemente, mostraría una cruel ambición.
En vano se ilusionaron entonces, y ahora se irritan contra mí,
y me miran todos de soslayo como a un enemigo, sin motivo
preciso, pues lo que dije cumplí can ayuda de los dioses.
Y no actué de otro modo en vano, ni la tiranía me atrae
para hacer cualquier cosa con violencia, ni que en la tierra
fértil de la patria igual lote tengan los malos que los buenos". (Solón, frag. 23D).

"Y yo ¿por qué me retiré antes de conseguir
aquello a lo que había convocado al pueblo?
De eso podría atestiguar en el juicio del tiempo
la madre suprema de los dioses olímpicos
muy bien, la negra Tierra, a la que entonces
yo le arranqué los mojones hincados por doquier.
Antes era esclava, y ahora es libre.
Y reconduje a Atenas, que por patria les dieron
los dioses, a muchos ya vendidos, uno justa
y otro injustamente, y a otros exiliados
por urgente pobreza que ya no hablaban
la lengua del Ática, de tanto andar errantes.
Y a otros que aquí mismo infame esclavitud
ya sufrían, temerosos siempre de sus amos,
los hice libres. Eso con mi autoridad,
combinando la fuerza y la justicia,
lo realicé, y llevé a cabo lo que prometí.
Leyes a un tiempo para el rico y el pobre,
encajando a cada uno una recta sentencia,
escribí. Si otro, en mi lugar, tiene la vara,
un tipo malévolo y codicioso de bienes,
no hubiera contenido al pueblo. Si yo decido
un día lo que a los unos les gustaba entonces,
y al otro lo que planeaban sus contrarios,
esta ciudad habría quedado viuda de muchos hombres.
Frente a eso, sacando vigor de todos lados
me revolví coma un lobo acosado por perros". (Solón, frag. 24D).

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