EL ORÁCULO DE DELFOS
"Un tal Miscelo, de estirpe Aquea, procedente de Ripes,
llegó hasta Delfos y le interrogó al dios sobre el nacimiento
de sus hijos. La Pitia le respondió con el siguiente oráculo:
'Miscelo corto de espalda, Apolo protector te ama
y te dará descendencia; pero antes te manda que hagas esto:
que fundes la gran Crotona en medio de ricos campos de cultivo".
Como no sabía nada con respecto a Crotona, nuevamente le dijo la Pitia:
'El que nunca yerra, en persona te habla: presta atención.
Ésta en verdad es la tierra de los Tafios, nunca arada; ésa
otra Cálcis,
aquélla la tierra de los Curetes ... tierra sagrada,
aquéllas las Equínades. Y a su izquierda un inmenso mar.
De este modo no creo que pases de largo del cabo Lacinio,
ni de la sagrada Crimisa ni del río Ésaro'.
Aunque a Miscelo le había sido encomendado por el oráculo fundar
Crotona, preso de admiración por el territorio en torno a Síbaris,
decidió fundar allí su ciudad, por lo que tuvo que enviársele
este oráculo:
'Miscelo corto de espalda, buscando otras cosas por encima de la voluntad
del dios,
buscas tu propia ruina; acepta de buen grado el regalo que el dios te hace'".
(Diodoro, VIII, 17).