LOS INICIOS DEL COMBATE HOPLÍTICO

"Destella la enorme mansión con el bronce;
y está todo el techo muy bien adornado
con refulgentes cascos, y de ellos
cuelgan los albos penachos de crines
de caballo, que engalanan el arnés
de un guerrero. De ganchos que ocultan
que están enganchadas las grebas brillantes
de bronce, defensas del más duro dardo,
los coseletes de lino reciente
y cóncavos escudos cubren el suelo.
Junto a ellos están las espadas de Cálcide,
y muchos cintos y casacas de guerra.
Ya no es posible olvidarnos de eso,
una vez que a la acción nos hemos lanzado". (Alceo de Mitilene, frag. 54D).

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