En la actualidad existe una complicada estructura política, social y económica que, por el momento, no es capaz de evitar que millones de personas se encuentren en situación de exclusión y en riesgo de exclusión social.
Existen colectivos especialmente desprotegidos; con riesgo de exclusión social o marginación, debido a su sexo, raza, ideología y/o condición socioeconómica que viven en condiciones de pobreza y cuentan con importantes limitaciones en el acceso a bienes y oportunidades vitales; pudiendo, además, mostrarse incapaces para afrontar amenazas que mermen su salud y desencadenen diferentes enfermedades. En la actualidad, la atención a estos colectivos es prestada desde diferentes asociaciones y organizaciones, como es el caso de Cruz Roja Española.
Además, existe una enorme y creciente brecha entre las necesidades humanitarias y la capacidad mundial de respuesta, especialmente en el ámbito sociosanitario.
Los profesionales de la salud tienen que atender las múltiples demandas producidas en diferentes contextos: desastres naturales, emergencias humanitarias, situaciones de marginalidad y delincuencia, discapacidad, drogadicción, problemas de salud mental etc. La atención prestada por un equipo multi e indisciplinar es primordial para ofrecer una atención integral, destacando entre los profesionales que la prestan la figura del enfermero/-a cuya relación con el paciente está basada en aspectos interpersonales del cuidado, en la capacidad para comprender la situación de vulnerabilidad en que se encuentra y atender a sus necesidades.
Dada la especificidad de la atención y los requerimientos de las poblaciones atendidas cobra una especial relevancia contar con una formación orientada a las necesidades de cada uno de los colectivos.