Las especialidades médicas han evolucionado a lo largo de la historia hasta la situación que hoy conocemos, pero a la vista de su propia historia somos plenamente conscientes de que en el futuro se someterá a nuevas reformas y cambios. Cuando hablamos específicamente de la urología y su tratamiento oncológico, basta con repasar los últimos 30 años para darnos cuenta del futuro inmediato.
La evolución del conocimiento científico en el ámbito de la Oncología en general, y de la oncología urológica en particular, nos permite en el presente ofrecer tratamientos sistémicos pero a la vez dirigidos a dianas terapéuticas específicas. Esta realidad es si cabe, más evidente en el campo de la oncología urológica.
Como consecuencia de esta situación, en la actualidad, la especialidad de urología y la especialidad de oncología han ido aproximándose hasta el punto de que son muchos los campos en los que no están definidas las fronteras entre ambos, fundamentalmente porque ya no existen. La Medicina moderna lleva a sus profesionales a una especialización cada vez mayor y cada vez más exigente, lo que se traduce en los conocidos Comités oncológicos o multidisciplinares.
Tenemos el convencimiento de que los retos presentes y futuros de la oncología urológica obligan a tener una formación específica que es sólo cubierta parcialmente por las especialidades por separado, y que hacen que un Título de estas características cubra una necesidad real y creciente en la Medicina moderna.